Compartimos con ustedes algunos de los correos que nos llegaron de nuestros usuarios. Esperamos poder contar con muchos más. Pueden enviar sus correos a info@mastersailor.com.ar. Los leemos!


Buenas tardes, por favor me podes decir como funciona el AIS? Muchas gracias

Mario Handoztok

Respuesta:

Hola como estas? El AIS permite ver en pantalla a otros usuarios que se encuentran con la app activa en ese momento, visualizar la información de su embarcación e incluso iniciar un chat (dependiendo del tipo de suscripción que tengas). Es un simulador del sistema AIS que utilizan las embarcaciones comerciales de manera obligatoria.

Saludos cordiales.


Estimados buen día, los contacto para consultarles si tienen los waypoints de ingreso a General Lavalle. Saludos.

Aníbal Guarnaccio

Respuesta:

Estimado amigo, aún no hemos desarrollado ese derrotero, pero probablemente lo hagamos muy pronto.

Gracias por utilizar MasterSailor.


Hola gente! Me podrán decir si la app funciona sin señal de datos? Se pueden descargar los mapas antes por las dudas? Gracias

Juan Machin

Respuesta:

Hola Juan, ¿cómo estás? La cartografía queda guardada en tu dispositivo una vez que instalás la app, así que no es necesario que hagas ningún proceso posterior. Y por supuesto que funciona sin datos ya que la posición la obtiene del GPS de tu teléfono.

Las únicas funciones que requieren datos son las de comunicación, y las actualizaciones de meteo y mareas, pero la navegación podés hacerla sin problemas.

Saludos y buenos vientos!

Los celtas tenían la maravillosa tradición de asignar una identidad espiritual a los ríos. Durius es la latinización que estas tribus dieron al río Duero y al poder de sus aguas; representado por un hombre poderoso sosteniendo una red de pesca.

El Duero nace a unos 2.160 m/s/n/m en el pico de Urbión en la provincia de Soria para recorrer 897 km hasta su desembocadura en el océano Atlántico en el estuario de Oporto. Este importante río que comparten España con Portugal tiene la fama de tener dos riberas muy codiciadas para los amantes del vino.

En su recorrido por Castilla y Leon aparece la majestuosa denominación Ribera del Duero donde la variedad Tinto del país o Tempranillo brinda tintos de gran carácter y elegancia extrema que enorgullecen a España. La casa Protos con una gran historia se jacta de haber cedido el nombre a la denominación mientras que Vega Sicilia sentó los cimientos de la reputación a nivel mundial. Luego llegarían otros viñateros como Peter Sisseck para elaborar obras maestras como el gran vino Pingus.

El rio sigue su curso hacia el oeste para llegar a los viñedos escarpados de Oporto. Aquí las aguas cuentan otra historia para convertirse en Douro y sus tradiciones son marcadamente diferentes. Naturalmente, los viñateros hablan portugués y, también…. inglés. Sucede que muchas de las casas de Oporto son manejadas por familias inglesas desde hace siglos. Los afamados vinos fortificados, mayormente dulces, son la joya de la corona para maridar con quesos azules, foie gras, frutas secas y chocolate. Y para cerrar una comida con un buen puro; tabaco maduro torcido artesanalmente.

La familia Symington de origen escoses reza por la tradición con marcas legendarias como Warre´s y Graham´s. Paralelamente, la tradición de la sangre portuguesa está dignificada por la familia Guedes del grupo Sogrape con vinos históricos como Ferreira y Sandeman.

Si tienen la oportunidad no se pierdan un recorrido por el Duero o Douro donde ambas regiones ofrecen una rica gastronomía de gran personalidad y estas aguas son testigos de la historia de dos grandes vinos.

¡Hasta la próxima travesía Capitán!

En toda máquina propulsada a vela existen varios factores sumamente complejos que inciden de manera determinante en la dirección de su desplazamiento, todos ellos asociados a la “mecánica” de los fluidos. En el caso que nos ocupa, los fluidos en cuestión son “el aire” y “el agua”.

Principio de funcionamiento del velero

La acción del viento

 Las velas de un barco actúan de manera similar a las alas de un avión. La diferencia reside en que en el avión es justamente este el que se mueve, generando en las alas una fuerza de sustentación en el aire, mientras que en el velero lo que se mueve es el fluido, generando en las velas un impulso motriz.

Al interponer un obstáculo (vela) al viento, dicho obstáculo genera una fuerza para desviar al mismo, y este último ejerce sobre el primero una fuerza igual y opuesta a la anterior, que es la que a nosotros más nos interesa.

Se genera de esta manera una zona de presión en el lado cóncavo de la vela y una zona de depresión o succión en el lado convexo, lo que puede representarse vectorialmente como se indica en la figura 1.

Como resultante de todas las fuerzas aplicadas, se obtiene otra fuerza de gran magnitud y perpendicular a la vela, denominada “fuerza aerodinámica”. Recordemos que toda fuerza ejercida por un fluido en movimiento (aire) sobre un plano cualquiera, será siempre perpendicular a dicho plano, sea cual fuere el ángulo de incidencia.

La fuerza antes mencionada estará aplicada directamente en un punto denominado centro vélico, que a los efectos prácticos puede considerarse como el centro geométrico de la vela. En el caso de barcos con más de una vela, se obtendrá calculando el centro vélico total (fig. 2).

“FA” es entonces la “fuerza aerodinámica” aplicada perpendicularmente a la vela desde ”C” (centro vélico). Podemos entonces descomponer esta fuerza en otras dos: una a la que llamaremos “P” y que va en el sentido de la crujía del barco, y otra perpendicular a la misma a la que denominaremos “A”. La fuerza “P” (fuerza propulsora) es la que más nos interesa, ya que será la encargada de propulsar el barco. “A” (abatimiento) es la que desplazará la embarcación en sentido lateral, y será precisamente esta la que trataremos de contrarrestar (fig. 3).

La acción del agua

 Un efecto similar, por no decir idéntico al producido por la interacción de las velas y el viento, se genera entre el “quillote” y el agua.

Como vimos en la definición de quillote, desarrollada en el capítulo anterior, una de sus funciones es la de evitar el abatimiento lateral producido por la acción del viento. Para utilizar términos meramente prácticos, diremos que éste actúa como una aleta sumergida en el agua con el fin de “frenar” dicho desplazamiento lateral.

Podemos decir entonces que se genera una “fuerza hidrodinámica” (FH) exactamente opuesta a la “aerodinámica”, la que a su vez podremos también descomponer en otras dos: una que se opone al desplazamiento lateral, a la que llamaremos “resistencia al abatimiento” (RA), y otra que se opone al avance y a la que llamaremos “resistencia a la propulsión” (RP) (fig. 4).

El efecto de ambas fuerzas

El efecto resultante entre la propulsión y el abatimiento producto de la acción de las velas y el quillote, da como resultado algo similar a lo descripto en la figura 5.

Dada la forma particular que tiene el quillotede una embarcación a vela, la resistencia al abatimiento será de mayor magnitud que la resistencia al avance, por lo tanto A’ será la resultante del abatimiento (A) y de su resistencia (RA), mientras que P’ será la resultante de la propulsión (P) y su resistencia (RP). De la resultante de ambos se obtiene el vector “R”, que será en definitiva el “rumbo” que tomará la embarcación.

Suele ser ésta una frase muy escuchada cuando ocurre un siniestro. Habitualmente no se le presta mucha atención al alcance de la cobertura de seguros de nuestras embarcaciones hasta que se produce un hecho desgraciado. Lamentablemente, la falta de conciencia aseguradora de nuestra población, hace que no haya mucho conocimiento de las diferentes opciones de aseguramiento que se brindan en el mercado. Seguramente el mayor contacto con el seguro se tiene a través del seguro automotor; por un lado, porque es obligatorio y por otro, porque es el riesgo que esta más de manifiesto a diario. Las trágicas estadísticas así lo muestran. Utilicémoslas entonces como referencia para comprender el alcance de la póliza de nuestro barco.

No son muy difundidos en los medios, pero los accidentes náuticos ocurren a menudo. Nuestro hermoso río nos da la chance de disfrutarlo a diario, también encierra algunos peligros, que ponen en riesgo nuestras embarcaciones y tripulaciones. En números anteriores hablamos acerca de las responsabilidades que como Capitanes y Propietarios nos caben, pero nada comentamos acerca de los costos que deberemos asumir para reparar nuestra embarcación en caso de siniestro y en qué medida nuestra aseguradora nos acompañará.

Procuraremos en esta entrega, dar una breve revisión de las coberturas de seguros de embarcaciones de placer.

En primer lugar importa señalar que los seguros se rigen por las disposiciones de la Ley de Seguros N* 17.418 y la Ley de Navegación N° 20.094, prevaleciendo esta última en caso de discordancias.

Una póliza de seguros de embarcaciones de placer, así como en los otros riesgos, se conforma de 2 secciones bien diferenciadas:

  • Condiciones Generales
  • Condiciones Particulares

Las Condiciones Generales son comunes a todas las aseguradoras y pólizas de embarcaciones de placer. Están perfectamente establecidas y sirven de base para fijar ciertas condiciones del contrato.

Las Condiciones Particulares son las que fijan el alcance y límites de la cobertura, vigencia, detalle de montos asegurados, riesgos incluidos o excluidos de común acuerdo entre Asegurado y Aseguradores, etc.

Téngase en cuenta que en las pólizas de casco solamente están amparados aquellos riesgos que específicamente se detallan en la póliza. No existen pólizas “Todo Riesgo”.

En todos los casos se ampara la Responsabilidad Civil emergente de colisión, es decir la suma/sumas que el Asegurado sea legalmente responsable de pagar a raíz de un siniestro de colisión con otro buque o embarcación, u otros objetos acuáticos O terrestres, fijos o flotantes. Se incluyen también los gastos legales que la defensa ante tal reclamación pudiera generar:

En contraposición con lo que ocurre con las pólizas de automóviles en las que el límite de la Responsabilidad Civil del vehículo asegurado tiene un límite muy superior al valor del auto en cuestión, la cobertura en una póliza de embarcaciones de placer está limitada a una suma igual al valor asegurado de la embarcación o en caso que expresamente se convenga, a un valor superior que habitualmente no excede de su doble.

En adición a la Responsabilidad Civil, podemos clasificar los alcances de las distintas coberturas, en 3 tipos principales:

  1. Cobertura de sólo “Pérdida Total”. Causada por naufragio, varadura, choque, incendio, rayo y/o explosión. Como indica su denominación, esta póliza no contempla el pago de ninguna “avería particular” (daños parciales en la propia embarcación). Sólo en caso de la pérdida total de la misma originada por alguno de los riesgos específicamente enumerados, el propietario percibiría la Asegurada establecida en la póliza.
  2. Cobertura de “Libre de Avería Particular”: Además de la pérdida total, sólo se cubren los daños parciales que pudiera sufrir la embarcación como consecuencia de naufragio, varamiento, incendio, rayo y/o explosión y choques contra otra embarcación u otros objetos acuáticos o terrestres, fijos o flotantes. Para estas coberturas, extensamente aplicadas en nuestro mercado, son habitualmente utilizadas las “Cláusulas Especiales para Embarcaciones de Placer”. Esta fórmula suele complementarse con otras cláusulas para hacerla más amplia y extender su cobertura por ejemplo a temporal, robo, chinchorros y motores auxiliares, etc.
  3. Coberturas amplias: Incluyen directamente todos aquellos daños producidos por los denominados Peligros de los Mares, Ríos, Lagos u otras aguas navegables, y amplían a otros riesgos. Se contemplan así situaciones tales como malos tiempos, accidentes durante la carga/descarga o traslado de provisiones o equipos, robo de buque entero, botes o motores fuera de borda, etc. Estas coberturas son poco ofrecidas en nuestro mercado y habitualmente utilizan las cláusulas inglesas “Institute Yacht Clauses”.

Desde ya, los riesgos amparados por cualquiera de estas condiciones pueden incrementarse o restringiese mediante la inclusión de otras condiciones particulares pactadas entre Asegurador y Asegurado.

Por ejemplo, participación en regatas, rotura de palo, limitaciones de velocidad, temporal, etc.

Son variadas las cláusulas que pueden incorporarse para ampliar las coberturas hasta donde sea deseable, según las características de cada embarcación y su uso.

Con frecuencia, algunos propietarios de embarcaciones de placer al sufrir las consecuencias de un siniestro amparado por sus pólizas de seguros, reciben sorpresas desagradables cuando llega el momento del pago del siniestro.

Ello porque no suele leerse con detenimiento la póliza de seguros hasta que ocurre el accidente y/o porque la cobertura no ha sido contratada con suficientes parámetros como para cumplir plenamente las expectativas.

Tengamos en cuenta que al buscar reducir los costos de la póliza, no estemos también reduciendo nuestra protección en caso de siniestro. Las diferencias pueden ser importantes.

Para aportar cierta claridad, señalaremos escuetamente algunos tips que habrán de tenerse en cuenta para prevenir en alguna medida estos desencuentros:

Importante: En todos los siniestros, el Asegurado debe obrar como si no tuviera seguro. Esto implica que debe tomar todas las medidas tendientes a evitar y/o aminorar un siniestro. Como mencionamos en números anteriores, sólo están cubiertos los daños producidos por accidentes aún en los Casos en que se origine por negligencia del Capitán. No están cubiertos los siniestros/daños originados Por negligencia del Armador/Propietario, salvo aquellos Que sucedan a raíz de su negligencia en su función de Capitán.

Denuncia y Exposición

El Asegurado está obligado por las condiciones de la póliza de seguros a efectuar la denuncia administrativa ante la Aseguradora dendo el siniestro y efectuar la exposición correspondiente ante la Prefectura Naval Argentina. De no hacerlo, la Aseguradora podría desestimar el pago de la indemnización.

Infraseguro

Ante un siniestro, deberá tenerse especialmente en cuenta el “valor asegurable” (verdadero valor del barco) al momento de ocurrir el acontecimiento. Si ese valor resulta superior al monto asegurado, se habrá configurado un infraseguro y se practicará el ajuste como si el Asegurado se hubiera convertido en Asegurador por la diferencia entre ambos valores. Es erróneo pensar que si por ejemplo tenemos el barco asegurado por $ 10.000,-, la Cía, de seguros pagará cualquier daño hasta esa suma. En caso de infraseguro, el monto determinado de la avería cubierta por el seguro se pagará en la misma proporción existente entre el “valor asegurado” y el “valor asegurable”.

Sobreseguro

Puede ocurrir que se haya tomado una cobertura por un valor superior al valor real de la embarcación. En ese caso, la indemnización se pagará según el daño reconocido y tomará como tope el valor asegurable (verdadero valor del barco). Nunca el Asegurador pagará más allá de esa suma por avería particular, Es decir que pagar primas por un valor superior al correcto, no redundará en beneficio alguno al ocurrir un siniestro.

La solución Para evitar estas dos situaciones, es que se requiera una póliza con valuación por parte del Asegurador, tomar el seguro por el valor que el Perito establezca y mantenerlo ajustado según las variaciones de la moneda y del mercado. Esta responsabilidad recae siempre en el Asegurado quien es el responsable de actualizar la suma asegurada de su embarcación. No es igual a un seguro automotor donde la Compañía establece un valor del vehículo y lo ajusta según varía el de referencia.

Habilitaciones

Además de los radios de navegación autorizados por la póliza emitida, deberán cumplimentarse las disposiciones de la Prefectura Naval Argentina, en lo que respecta a las habilitaciones de la embarcación y timonel. Para acreditar ello, deberá presentarse:

  • Si bien ya no se exige el Certificado de Seguridad para la Navegación de Embarcaciones Deportivas, tal como se utilizó durante muchos años, se debe continuar cumplimentando las Ordenanzas de la citada Repartición.
  • Habilitación del timonel de acuerdo con el tipo de barco y zona a navegar (conductor náutico, timonel, patrón o piloto de yate).

Deducciones

En caso de siniestro, además de tenerse en cuenta el eventual infraseguro, la indemnización puede sufrir, salvo que fuera convenido expresamente lo contrario, las siguientes deducciones:

Franquicia: Esta deducción es de aplicación habitualmente en todo siniestro y por cada accidente. En las condiciones particulares podrán encontrarse las excepciones en su aplicación que se acuerden.

Además del deducible establecido en la póliza de seguros, determinadas reparaciones estarán sujetas a deducciones “Nuevo por Viejo”. Efectivamente, si por ejemplo en una reparación se reemplazan partes o repuestos, el costo de los mismos pueden sufrir una deducción, que variará según sus características, vida útil y antigüedad. Para su interpretación, de no establecerse en una cláusula específica inserta en la póliza de seguros, se debe remitir a lo estipulado en la Ley de Seguros y la Ley de Navegación.

Como puede verse, las pólizas de embarcaciones de placer, en algunos aspectos, son más limitadas en cuanto a montos indemnizables que la de automóviles. Por el contrario, es mucho más amplia en cuanto a los riesgos cubiertos. Sólo por enumerar algunos, somos conscientes que ningún asegurador nos pagará un daño sufrido en el embrague de nuestro automóvil por quedar empantanado. Tampoco por romper el tren delantero o una llanta en uno de los pintorescos pozos que los intendentes se ocupan de mantener intactos en nuestras ciudades. La póliza de casco sí cubrirá los daños que sufra nuestra embarcación tanto sea en el casco como en la propulsión, con motivo de una varadura o de un choque contra elementos sumergidos, Hay muchas otras situaciones como éstas que muestran la amplitud de las pólizas de casco.

Hay mucho de lo que se puede hablar relacionado con los aspectos que rodean un siniestro de casco, sólo pretendimos en esta Oportunidad dar algunas pautas para que se preste atención a estas cuestiones, Seguramente en futuros artículos veremos otras aristas relacionadas con el tema.

Son los Brokers y Cías. de Seguros quienes podrán dar el asesoramiento adecuado para que los nautas tomen las coberturas de sus embarcaciones teniendo en cuenta la relación de costos y opciones que más conveniente les resulte.

Hasta la próxima!

Esteban Vivanco | Liquidador de averías especialista en cascos

La idea de esta nota surge de lo que podríamos llamar una inadecuada interpretación del marino al referirse a Frente, al asociar tormentas en una misma masa de aire, cambios bruscos de dirección del viento, cambios en la dirección del viento por brisas, ingresos de anticiclones migratorios y lo que es muy común del paso de vaguadas que no revisten características frontales.

Conceptualmente todos sabemos de qué a partir del paso de un frente cambia la masa de aire, dicho en otros términos un frente divide masas de aire. Bien entonces comencemos por el principio ¿Que es una masa de aire?, ¿cómo la definimos?

Los textos convencionales definen a una masa de aire como un gran volumen de aire con características de temperatura y humedad aproximadamente similares… y siguen algunas aclaraciones, masas de aires frías, cálidas marítimas, continentales, dimensiones dentro de la Escala Sinóptica, regiones fuentes de masas de aires etc…etc…. todo muy útil para cubrir los aspectos teóricos pero a la hora de interpretar una carta sinóptica de superficie es fundamental “ver” las masas de aire a los efectos de inferir tipos de nubes bajas, fenómenos característicos posibles, visibilidad y otras cuestiones que están presentes en la navegación.

No voy a considerar en este breve comentario las latitudes intertropicales por ser estas de una particularidad tal que merecen un tratamiento particular.

Me referiré a grandes rasgos a las masas frías, naturalmente de origen polar y a las cálidas, naturalmente de origen tropical fundamentalmente dado que estos textos están dirigidos a nautas. Es en este momento que debo aclarar que el aire adopta las características del “piso” por donde transita y cuando más débil sea su movimiento más franco será la adopción de estas características. Ahora la pregunta seria; ¿en qué sistema bárico de gran extensión el aire se mueve más lentamente?, la respuesta es clara, en los anticiclones.

Climatológicamente hablando en el hemisferio sur existen Anticiclones Semipermanentes en latitudes polares, fríos, sobre el continente antártico, tengamos en cuenta que la Antártida es un continente rodeado de mares. En latitudes cercanas a los 30°, Anticiclones Semipermanentes cálidos, ambos Anticiclones Semipermanentes, con ligeras variaciones están presentes todo el año.

En el caso del hemisferio norte si bien se mantiene el mismo concepto, por su diferente continentalidad y por ser la zona polar un mar rodeado de continentes la Climatología y la Sinóptica se comportan un tanto diferentes a lo largo del año.

Volviendo a nuestra región claramente inferimos que las masas de aire frío provienen de regiones polares o Antárticas y las cálidas de los Anticiclones Semipermanentes de los 30°S. En adyacencias de América del Sur tiene lugar un Anticiclón Semipermanente en el Pacífico Sur, ASPS que se extiende desde costas chilenas casi hasta Nueva Zelandia-Australia y en el Atlántico el Anticiclón Semipermanente del Atlántico Sur, ASAS, que se extiende desde las costas de África hasta las costas de Brasil siendo este, con su circulación del norte y del este el gran responsable de la advección de aire cálido sobre nuestro país hasta el norte de la Patagonia. Vale comentar que los sistemas climatológicos tienen un movimiento latitudinal siguiendo al sol; hacia el sur a partir del solsticio de invierno y hacia el norte a partir del solsticio de verano, con cierto retraso en el orden del mes.

Nos falta aún mencionar que desde el continente Antártico donde se encuentra el Anticiclón Polar Semipermanente se desprenden las masas de aire frío que nos afectan. Es el gran generador de Anticiclones Migratorios.

Los Anticiclones Migratorios (AM) se mueven en el flujo de los oestes y que juntamente con los sistemas de baja presión son los grandes responsables de enviar masas de aire frío hacia el norte, en su parte delantera y masas de aire cálido hacia el sur en su parte posterior asegurando en su complejo movimiento el intercambio latitudinal de temperatura en capas bajas.

Figura 1; En este modelo de OGIMET se observan claramente las dos masas de aire o Anticiclones, el de mas al norte enviando hacia el sur la masa de Aire Cálido, viento norte y el de mas al sur enviando una masa de Aire Frío, viento sur, hacia el norte. El Frente Frío se encuentra entre los dos anticiclones separando las circulaciones norte y sur.

Hechas estas consideraciones sobre Masas de Aire comencemos a tratar el tema Frentes… ¿Qué es un Frente? ¿Cómo lo definimos?

Un Frente es una superficie inclinada de discontinuidad, de separación entre dos masas de aire, una masa de aire más fría al sur y una más cálida al norte y como mencionamos que las masas de aire son anticiclones; podemos decir que un frente se encuentra entre dos anticiclones.

Frente Frío, cuando el aire frío desplace al cálido.

Frente Caliente o Cálido, cuando el aire caliente desplace al frio.

Frente Estacionario, cuando a lo largo del tiempo ninguna de las dos masas de aires desplace a la otra

Frente Ocluido, cuando el frente frio en su circulación ciclónica alcance al Frente Caliente y esto ocurre normalmente en las cercanías de la Baja o Ciclón Extratropical.

Figura 2; Nomenclatura Frontal, de esta manera se simbolizan en las cartas sinópticas los sistemas frontales.

Observando una carta sinóptica veremos que dentro de los modelos báricos que nos presenta se encuentran las Vaguadas, ejes de mínima presión, pues es allí donde se encuentran los Frentes.

Para una mejor comprensión vale comentar algunas Dimensiones Frontales que a modo de síntesis y referencia serían las siguientes;

Ancho: Entre 5 Km y 50 Km.

Largo: Entre 500Km y 5000 Km.

Alto: Entre 3 Km y la Tropopausa.

Reflexionando sobre estas dimensiones podemos deducir lo angosta que es esa zona de transición o superficie frontal, se trata de un cambio abrupto entre las dos masas de aire, es decir que en escaso tiempo, posiblemente en el término de unas pocas horas o menos, para el caso más común de un Frente Frío, pasaríamos de estar en una masa de aire cálida con viento norte a una masa de aire frio con viento sur y lo que es muy importante es el descenso de temperatura que acompaña al viento sur y que este persiste en el orden de los días.

Figura 3; En este modelo de Windy se observan claramente las dos masas de aire, la circulación fría y cálida e inferimos con una línea azul la ubicación de la zona frontal fría.

Figura 4; Es interesante ver como el modelo Windy marca claramente la posición del Frente Frío, no solamente por el cambio ciclónico de dirección del viento sino también por quiebre de las isobaras y una estrecha región lineal de menor viento.

 

Figura 5; En esta imagen el modelo Windy marca claramente la posición del Frente Caliente, también se verifica la rotación ciclónica del viento, el quiebre de las isobaras y una estrecha región lineal de menor viento o vaguada.

En nuestra región, siempre que hay cambio de masa de aire, luego de varios días en aire cálido, viento del norte, irrumpe aire más fresco ¿nos pasó un Frente Frío? La respuesta es; no necesariamente.

Es muy común que el cambio de masa de aire sea paulatino, por dar un ejemplo; a la mañana tenemos viento norte o noroeste, a la tarde viento del oeste y recién a la noche notamos que roto al sudoeste es decir comienza a ingresar aire frío, en este caso lo que nos paso fue solamente una vaguada. Recuerden que un frente frío es un cambio abrupto de masa de aire y no un cambio paulatino.

Sacamos en conclusión que la masa de aire sobre una región puede cambiar en menos de una hora por el paso de un frente o paulatinamente al cabo de varias horas por el paso de una vaguada.

Figura 6. En el mar frente a la costa este de Uruguay y sur Brasil se puede apreciar el paso de una vaguada, el viento ira rotando desde el noroeste al sudoeste por el oeste al cabo de muchas horas.

Por supuesto que existe gran variedad de vaguadas, por ejemplo, las orográficas entre otras que no implican cambio de masa de aire.

Regla: Hay Vaguadas sin frentes o no frontales, pero…Todos los Frentes descansan en Vaguadas.

Como reflexión final de este texto orientado a facilitar la interpretación de cartas sinópticas podemos citar algunos comentarios de navegantes que refieren al paso de un Frente Frio y luego detallan, aspectos de las nubes, precipitaciones, ráfagas y otros fenómenos que también son comunes en Tormentas.

Las tormentas por citar solo algunas pueden ser de masa de aire, organizadas en Complejos Convectivos de Mesoescala (MCCs), Líneas de Inestabilidad etc..etc…y también frontales, todas con apariencias nubosas y fenómenos similares incluidos por supuesto para el caso de tormentas con rápida movilidad el conocido Cigarro del Pampero, termino náutico rioplatense que alude a la nube accesoria denominada Arucus (OMM) en su variante de Arcus Roll, nube en forma de rollo o rodillo de eje horizontal en la parte anteroinferior de los Cumulonimbs.

Lo que quiero señalar es que los Frentes no pueden verse a ojo marinero. La apariencia y forma de la nubosidad es similar a las tormentas no frontales. Solo podemos estar seguros de que lo que estamos viendo es un frente, si estamos adecuadamente informados por medio de fotos de satélite, radar y modelos de pronóstico. Los frentes no se ven a simple vista, tienen miles de kilómetros de largo, lo que podemos percibir son solo nubes que pueden corresponder o no a un frente.

Les envío saludos cordiales y nos encontraremos en futuras notas.

Norberto O. Cattaneo | Meteorólogo, Profesor.

Estimados usuarios y amigos de nuestra comunidad. Como es habitual en esta sección, intentamos explicar minuciosamente la utilización de todas las funciones y la enorme cantidad de funcionalidades que brinda nuestra aplicación. Hoy veremos con detenimiento todas las posibilidades que ofrece el “MENÚ”

 MENÚ

Desde el menú el usuario podrá compartir su ubicación con otros usuarios a través de las redes sociales. Una vez ingresada en esa opción se mostrarán las distintas opciones para compartir por las redes sociales.

El usuario que recibe la ubicación compartida podrá ingresar a la URL que se informa en el mensaje y la aplicación se abrirá en el ABM de Crear Waypoints, en donde se mostrará el nombre del Waypoint por defecto S-WP (Shared Waypoint), en la descripción Ubicación Compartida y el campo de Coordenadas con las correspondientes al usuario que compartió la ubicación.

MASTERSAILOR INFORMA

Dentro del menú de MasterSailor, se encuentra una opción llamada MasterSailor Informa. En esta opción llegarán todos los mensajes emitidos por el administrador hacia los usuarios de la aplicación, estos mensajes pueden ser informativos, tips, eventos, etc.

Al acceder a MasterSailor Informa, encontraremos la lista de todos los mensajes que fueron enviados a la aplicación.

Cuando el usuario abra un mensaje de los que se encuentren listados, este mostrará toda la información cargada por el administrador.

NOTIFICACIONES EN LA APLICACIÓN

Cuando el usuario reciba un mensaje de MasterSailor Informa, este se mostrará con el banner que aparece en la parte inferior de la aplicación. El banner tendrá el logo de MasterSailor, el título del mensaje y una etiqueta de «Ver información».

Al hacer clic en el cuerpo de la notificación, el usuario será redirigido al mensaje.El banner que se muestra en la parte inferior de la pantalla, tendrá el mismo tiempo de duración que las demás alertas (20 segundos) y se podrán cerrar con la X.

Los mensajes los puede eliminar el usuario, solo debe hacer clic en los tres (3) puntos y se desplegará la opción de Eliminar.

En la edición anterior habíamos esbozado una breve introducción sobre los faros y su historia. Vamos a ocuparnos en este número de aquello para lo que han sido pensados: determinar la situación en el mar. Sabemos sobradamente que tanto los faros como cualquier otro punto notable de la costa pueden ser utilizados para obtener, de manera sencilla, determinadas líneas de posición, utilizando para ello las consabidas “Demoras” (en Argentina “Marcaciones”). No es intención de esta nota abordar tales conceptos sino ver el otro aspecto conocido de la obtención de líneas de posición, y que solo es posible a partir de objetos de altura conocida como son los faros.

Trataremos entonces aquí algunos de los procedimientos más frecuentes para la obtención de dichas líneas de posición, utilizando para ello la característica más útil con que cuentan los faros: su altura sobre el nivel del mar.

LA DISTANCIA AL HORIZONTE

Varios son los procedimientos que permiten determinar la distancia a la cual nos encontramos de un determinado faro, conociendo su altura real sobre el nivel del mar y midiendo la altura angular que existe entre el tope y la base del mismo. El instrumento más común para llevar a cabo esto último es el sextante, aunque existen también otras posibilidades.

El caso más simple se da cuando la proximidad al faro permite que el mismo sea visible en su totalidad, es decir que la curvatura terrestre permite ver tanto el tope como la base del mismo. Puede darse también el caso de que el faro en cuestión se encuentre un tanto más alejado y ya no sea visible el pie de dicho faro, producto de la mencionada curvatura de la tierra. Aquí ya no será posible medir la altura entre tope y base.

El procedimiento a seguir será diferente en ambos casos pero será menester, en primer término, determinar si el faro elegido se encuentra dentro o fuera del horizonte. Por esa razón, se hace imprescindible en principio conocer con precisión la distancia al horizonte marino.

Como ya sabemos, la visual al horizonte depende estrictamente de la altura del punto de observación. Está claro que cuanto más alto se encuentra nuestro ojo, más lejos podemos divisar. Y esto se debe a que la distancia al horizonte queda determinada por un cono, cuyo vértice es el ojo del observador y su base es una circunferencia. Dicha circunferencia queda definida donde los lados del cono (la línea de la visual) cortan tangencialmente a la corteza terrestre. De ahí que a mayor altura, mayor es la distancia al horizonte. Fig. 1.

Pues bien, dado que la distancia al horizonte depende exclusivamente de la altura a la que se encuentre el observador, existe un procedimiento que permite determinar dicha distancia en función de la elevación de ojo. Analicemos el esquema de la figura Nº 2.

O = Ojo del observador

R = Radio terrestre

H = Altura de ojo del observador

D = Distancia visual al horizonte

d = Distancia terrestre al horizonte

Aquí se ha representado a una porción de la superficie terrestre y a un observador cuyo ojo se encuentra en “O”. “H” representa la altura a la que se encuentra dicho ojo, mientras que “R” es el radio terrestre.

La distancia visual al horizonte está representada por “D”, mientras que la distancia terrestre es el arco “d”.

Si bien lo que nos interesa calcular es la distancia “d” en función de la altura de ojo, la primera conclusión que surge del gráfico es que “D” y “d” pueden considerarse perfectamente idénticas en la práctica ya que, para la distancia en cuestión, la curvatura terrestre bien podría considerarse nula, y la altura de ojo es despreciable en relación a la distancia. Por esa razón, estableciendo el valor de “D” estaríamos indirectamente calculando “d”.

Como puede apreciarse, se ha formado un triángulo rectángulo cuyos lados son: El lado “R”, el lado “D” y el lado “R” + “H”. Por teorema de Pitágoras (“El cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos”) tenemos que:

(R + H)^{2} = R^{2} + D^{2}

R^{2} + 2 \times R \times H + H^{2} =R^{2} + D^{2}

Dado que la altura de ojo en relación al radio terrestre puede considerarse nula, el término H2 puede perfectamente eliminarse. Entonces:

R^{2} + 2 \times R \times H = R^{2} + D^{2}

D^{2}= R^{2} -R^{2} + 2\times R \times H

D^{2}= 2\times R \times H

D=\sqrt{2 \times R \times H}

D=\sqrt{2 \times R} \times \sqrt{H}

Reemplazando el valor del radio terrestre (en metros) en la fórmula, obtendremos que la distancia al horizonte, expresada en metros, será:

D = \sqrt{2 \times 6370000 } \times \sqrt{H}

D_{(metros)}=3569 \times \sqrt{H}

Si queremos expresar el valor de la distancia en millas náuticas, entonces:

D_{(millas)}= \frac{3569 \times \sqrt{H}}{1852}

D_{(millas)}= 1,93 \times \sqrt{H_{(metros)}}

Ésta sería la ecuación final de no mediar los efectos de la “refracción geodésica”.
Dicho fenómeno hace que los rayos luminosos se vean desviados de su trayectoria, producto del cual el horizonte visible se extiende un tanto más allá de lo que permite la curvatura terrestre. En definitiva, el efecto que provoca es que veamos una parte del horizonte que se encuentra oculta. De ahí que al “horizonte marino” se lo conozca también con el nombre de “horizonte aparente”.
Para tener en cuenta el efecto causado por la refracción geodésica en la fórmula, se deberá incluir la expresión:

1 - 2\times \gamma

Donde \gamma es el coeficiente de refracción media. Este valor, para condiciones atmosféricas normales, es de 0,08
Volviendo al desarrollo anterior y agregando la corrección por refracción geodésica tendremos que:

D=\sqrt{\frac{2\times R\times H}{1 - 2\times\gamma }}

D=\sqrt{\frac{2\times 6370000}{1 - 2\times 0,08}}\times \sqrt{H}

D_{(metros)}=3.894 \times \sqrt{H}

Expresado en millas será:

D_{(millas)}=\frac{3894 \times \sqrt{H}}{1852}

Entonces:

D_{(millas)}=2,1 \times \sqrt{H_{(metros)}}

Ésta es la fórmula por todos conocida para establecer la distancia al horizonte visible desde una altura de ojo determinada.
Supongamos como ejemplo que nos encontramos con una elevación de ojo de 7 metros. Reemplazando dicho valor en la fórmula tendremos que:

D_{(millas)}=2,1 \times \sqrt{H_{(metros)}}

D_{(millas)}=2,1 \times \sqrt{7_{(metros)}}

D = 5,55 \; millas \: n\acute{a}uticas

Con el mismo propósito, existen tablas que permiten obtener de manera directa el valor de la distancia al horizonte aparente, ingresando simplemente con el valor de la altura del punto de observación. Fig. 3

 

Como puede apreciarse, el resultado obtenido aplicando cualquiera de ellas es idéntico al obtenido matemáticamente.

Lamentablemente, este tipo de tablas ya no se editan en nuestro país y, para obtenerlas, es preciso recurrir a fotocopias de volúmenes antiguos de la Escuela Naval Militar (al frente en la figura).

Existen países donde aún se continúan editando diversos compilados de tablas útiles para la navegación. Una opción interesante son las Norie’s Nautical Tables inglesas (al fondo en la figura).

DISTANCIA A UN FARO CUYO TOPE SE VE EN LA LÍNEA DEL HORIZONTE

Estrechamente relacionado con lo visto hasta aquí, existe un caso muy particular en el cual es factible determinar la distancia a un faro por simple observación visual y sin necesidad de recurrir a instrumento de medición alguno. Esto se da cuando el tope de un faro se ve exactamente sobre la línea del horizonte. Para que ello ocurra, el navegante deberá estar completamente seguro de que se cumple con exactitud esta premisa y el tope del mencionado faro no se encuentra por encima del horizonte, sino exactamente sobre el mismo. De más está decir que esto solo podrá ser comprobado en horarios en que la luz que emite es perfectamente visible. Otra consideración a tener en cuenta es que, para que esto sea factible, el alcance visual del faro debe ser superior a su alcance geográfico, aunque esto se da en casi todos los casos.

En la imagen de la figura Nº 4 puede verse claramente como la distancia a un faro, cuyo tope se ve sobre la línea del horizonte (Dt), resulta de sumar la distancia al horizonte aparente del observador (D1) y la distancia del faro a su propio horizonte, es decir a su alcance geográfico para la mínima altura de ojo (D2).

 

Dt=D1+D2

Por lo tanto, y suponiendo que el observador se encontrase en el tope del mástil, la altura de ojo del observador será “H”, mientras que la altura del faro será “h”. La distancia al horizonte aparente del observador se calculará como se vio en el apartado anterior, mientras que para calcular la distancia al horizonte del faro se aplicará la misma fórmula, salvo que se utilizará la altura del faro (h) como argumento, en lugar de la altura de ojo (H).

Por ende, la fórmula final resultante será:

Dt_{(millas)}=2,1 \times \sqrt{H_{(metros)}}+2,1\times\sqrt{h_{(metros)}}

O lo que es igual:

Dt_{(millas)}=2,1\times \left ( \sqrt{H_{(metros)}} + \sqrt{h_{(metros)}} \right )

Veamos esto en un ejemplo:

¿A que distancia me hallaré de un faro que tiene una altura de 85 metros, si me encuentro viendo su tope sobre la línea del horizonte, desde una altura de ojo de 6 metros?

Aplicando la fórmula y reemplazando los valores tengo:

Dt_{(millas)}=2,1\times \left ( \sqrt{H_{(metros)}} + \sqrt{h_{(metros)}} \right )

Dt_{(millas)}=2,1\times \left ( \sqrt{6_{(metros)}} + \sqrt{85_{(metros)}} \right )

Dt_{(millas)}= 2,1 \times(2,44 + 9,21)

Dt_{(millas)}= 2,1 \times 11,65

Dt = 24,4 \; millas \: n\acute{a}uticas

Queda claro que lo mismo puede hacerse perfectamente utilizando las tablas. Para ello entraremos a la misma con el valor de la altura de ojo del observador, obteniendo en primer término la distancia al horizonte aparente. Luego haremos lo propio pero ingresando con la altura del faro, como si fuera la altura de ojo, y extraeremos el valor de la distancia al horizonte del faro. Sumando ambos valores obtendremos la distancia total entre el faro y el observador.

Nada más por hoy. En la próxima entrega continuaremos analizando las diferentes posibilidades que nos brindan los faros para obtener líneas de posición.

Darío G. Fernández | Director del ISNDF | dfernandez@isndf.com.ar

EL BARULLO DE LA SISTEMÁTICA (*) 

Disciplina compleja si las hay. Se trata del área de las Ciencias Naturales desde la que se identifican, ordenan y clasifican los seres vivos.

En el caso del pejerrey, en nuestras aguas se registran unas 10 especies, teniendo en cuenta que especie es toda unidad básica de clasificación biológica con capacidad para reproducirse en sucesivas generaciones.

PEJERREYES ARGENTINOS

  • Odontesthes bonariensis – Flecha plateada
  • Odontesthes humensis – Pejerrey rioplatense (raro)
  • Odontesthes perugiae – Juncalero
  • Odontesthes retropinnis – Pejerrey de aleta retrasada (raro)
  • Odontesthes hatcheri – Pejerrey Patagónico
  • Odontesthes incisa – Cornalito (Marino)
  • Odontesthes platensis – Panzón (Marino)
  • Odontesthes smitti – Corno o Pejerrey de Manila (Marino)
  • Odontesthes argentinensis – Escardón (Marino, suele ingresar a cursos de agua dulce)
  • Odontesthes nigricans – Pejerrey Malvinero (Marino)

En el delta, Río de la Plata y ambientes lacustres el más famoso es Odonthestes bonariensis (pejerrey común – Flecha de Plata), citamos también para los grandes ríos como el Plata y el Paraná a Odonthestes perugiai (pejerrey juncalero) y algunos pescadores atrevidos se animan a asegurar que también ingresa desde el mar al estuario Odontesthes incisa (cornalito o pejerrey enano). Aseguro que O. incisa no ingresa a las aguas dulces y que los aficionados a esta pesca de la que hacen un verdadero culto, creen pescar cornalitos y en realidad pescan juveniles de O. bonariensis y O. perugiae.

Los pescadores deportivos consideran una disciplina a la pesca del pejerrey, valioso pez que desde el otoño hasta la primavera habita en el estuario del Plata, en el Río Uruguay y en los grandes cursos de agua del delta como el Paraná Guazú, el Paraná Bravo y el Paraná de las Palmas, además de en casi todas las lagunas bonaerenses y puntanas, entre otras. El armado de líneas y aparejos especiales y la selección de carnadas le dan a esta práctica un sabor muy especial.

Si bien el recurso es abundante y renovable, consideremos las vedas y medidas como una conducta que debería estar instalada en cada pescador. Reflexionemos al respecto y seamos capaces de respetar al pez que tanto admiramos. Sólo de esta manera lograremos perpetuar los hermosos y frescos amaneceres que sentimos caña en mano los pescadores de pejerrey.

(*) La sistemática del pejerrey es sumamente compleja y hasta conflictiva. Diversos nombres científicos se le han atribuido a la popular flecha de plata. Los ictiólogos trabajan afanosamente para reconocer e identificar a las distintas especies pertenecientes a este grupo para lograr un adecuado ordenamiento. Actualmente se denomina al género Odonthestes.

 

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Estimados amigos y usuarios de nuestra App, desde esta sección vamos a contarles las novedades del mes en cuanto a funcionalidades y cartografía.

Además de las enormes repercusiones que tuvo nuestro nuevo modelo de suscripciones, en el transcurso de este último mes nos hemos abocado a la tarea de reforzar nuestro compromiso con las versiones que cuentan con Cartografía Autorizada. En ese sentido, queremos contarles que hemos extendido la Versión Premium hacia el Sur, hasta el Puerto de Bahía Blanca. A su vez, seguimos subiendo por el Alto Paraná bastante más al Norte de la Ciudad de Santa Fe.

Un detalle menor, pero que podrán apreciar en la parte inferior derecha de la carta, es el detalle de la escala expresado en millas náuticas, en función del nivel de zoom utilizado.

Esas son las novedades del mes. Seguiremos trabajando para brindarles más y mejores servicios.

Gracias por elegir MasterSailor.