El Río Paraná Guazú siempre ha sido uno de mis pesqueros predilectos. En mi infancia, lo he visitado en varias ocasiones contra viento y marea, o mejor dicho, contra balsas y ripio. Antes de la construcción del complejo ferrovial Zárate-Brazo Largo, o del exponencial crecimiento de la actividad náutica, ir al Guazú significaba toda una odisea. Una gran aventura era hacer la cola en Zárate a la vera del Paraná de las Palmas para acceder a la primera balsa, comprar el protector plástico en forma de rejilla para el parabrisas, y recorrer los 25 km. de la isla Talavera a toda pedrada, con la consigna de apoyar las manos bien abiertas en los cristales cada vez que algún vehículo venía de frente, como para amortiguar el golpe de las piedras, se decía. Luego, había que abordar una segunda balsa, la que luego de cruzar el Gran Río nos dejaba en la costa entrerriana del Paraná.

Todo esto tenía su premio. En invierno las cosechas de pejerrey eran multitudinarias, con dobletes y tripletes a la orden del día. Y en primavera y verano, enormes armados, bogas y buenas capturas de dorado hacían de este pesquero un ámbito ideal para dar rienda suelta a nuestra pasión.

Hoy, la mano depredadora del hombre en todas sus facetas ha impactado de modo tal que una pesca como la que hice en esta ocasión es considerada al menos, aceptable.

Preparé una artillería de señuelos y un equipo de Baicasting para intentar la captura de doradillos con artificiales. Hoy, es lo que hay. Y no es poco! La pesca de Tigre de los ríos con señuelos es una práctica que depara grandes satisfacciones.

Pude obtener una decena de ejemplares en una tarde. Todos dorados chicos, pero eso no minimiza la bravura de estos peces ni tampoco la sensación que el pescador siente en el momento del ataque.

En esta oportunidad utilicé una caña Dragon Tech de 6 pies y 10/17 lb. con un reel de bajo perfil de los llamados popularmente “huevitos” cargado con multifilamento de 20 lb. Los señuelos que descollaron fueron el lipless Flap Jack de Strike Pro y los reconocidos Bendy y Chake de la marca Tech. Siempre que pescamos dorados, tarariras o chafalotes, entre el sedal del reel y el señuelo utilizamos un leader de acero bien flexible para evitar eventuales cortes producidos por las dentelladas.

Como es nuestra costumbre, todas las capturas han sido cuidadosamente devueltas a su medio.

Hasta la próxima!

 

Practicá pesca con devolución. Cuidá el ámbito en el que pesques.
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