Julio es un mes en el que el pejerrey es el gran dominador del estuario del Plata. Miles de aficionados, preparan sus longilíneas cañas y aparejos para tentar a las flechas plateadas.
En el ámbito de la pesca es muy popular el concepto que asegura que el pejerrey es el pez más convocante para la atención de los cañófilos.
En ese orden de cosas, realizamos dos relevamientos gareteando los alrededores de las boyas UNEN A y B.
Recorrimos el derrotero habitual con inicio en San Fernando, accediendo al Río Luján hasta su desembocadura en el gran río. Allí buscamos el paso adecuado y cruzamos el Canal Mitre hacia río abierto en procura del garete.
En ambas ocasiones nos tocó el favorable viento del cuadrante Sur que nos llevó en la deriva hacia el norte, lo que nos permitió pescar con el sol del través y de “espalda”, hecho que propició ver las boyas con facilidad aún a gran distancia.
RÍO REBELDE
En este invierno, en esta parte del Río de la Plata, la pesca estuvo bastante pobre. No así en la zona sur, en Magdalena los guías comentan jornadas con copiosas cosechas. Por estos lares, un buen día de pesca rinde entra 50 y 60 capturas, aunque hay ocasiones en las que estos guarismos mejoran, pero en estos días no es lo común.
En los dos relevamientos hicimos pescas muy similares, promediando las 50 piezas entre tres pescadores.
EL EQUIPO
Cañas de 4 a 4,25 m. reel frontal con 100 m. de multifilamento de 14 a 16 libras, líneas de 3 boyas con puntero pescador, y brazoladas de 10 a 25 cm. Las carnadas, mojarras frescas y saladas y filet de dentudo bien rebajado.
Recomendamos consultar el pronóstico meteorológico y la tabla de mareas antes de planear la salida de pesca. Y como siempre, hacer uso responsable del recurso devolviendo al agua cuidadosamente los ejemplares pequeños que no den la medida mínima (25 cm.)
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